Alguna vez ya había contado que mi encuentro con las letras empezó tardíamente, algo así como a los 8 años y, que para entonces yo ansiaba saber lo que decía cualquier hoja de diario que me encontrara por la calle.
Cuando descubrí y aprendí el abecedario y este relevante hecho me permitió enterarme de tantas y tantas cosas ya fue un no parar. Cada año le pedía a los Reyes Magos lo mismo: libros, pero a esa edad y en el internado solo me traían Vidas de Santos y cuentos .Unos cuentos maravillosos de los que aún recuerdo los títulos de algunos. Luego pasé a los cuentos de Calleja que regalaban con las tabletas de chocolate
Conforme iba creciendo más ardía en deseos de leer libros y, a escondidas de las monjas pude hacerme de algún que otro título romanticoide de aquella época. Los poemas los descubrí en los libros de lectura , de literatura y otros, que utilizábamos para el estudio, como los de los distintos grados de Alvarez ( que aún conservo el de tercer grado.) Desde el primer momento la poesía me cautivó. Eran aquellas, unas poesías sencillas y fáciles de entender, acordes con mis pocos años. Encontraba que era una forma de contar penas, alegrías, amor o desamor, pero de una forma muy bonita.
Y a partír de ahí, empecé a hacer mis propios ripios, pero, ¿quien no ha escrito algún verso en la adolescencia?
Aún recuerdo algunas de ellas ( no de las mías, sino de autores) y no quiero que se me olvide para el día de mañana, así que he pensado dejarlas escritas para protegerla del olvido futuro. Espero recordarla entera. Dice así.
EL NIÑO Y LA MARIPOSA(Supongo que debe titularse así)
Mariposa vagarosa, rica en tintes y en donaire.
¿Qué haces tú de rosa en rosa !!!
¿De qué vives en el aire?
Yo, de flores y de olores,
de la espuma de la fuente, y del sol resplandeciente
que me viste de colores.
¿ Me regalas tus dos alas?
Son tan lindas…¡¡Te las pido!!
Deja que orne mi vestido con las pompas de tus galas.
Tú, niñito tan bonito,
Tú que tienes tantos trajes,
¿Por qué envidias un ropaje que me ha dado Dios bendito?
¿De qué alitas necesitas
Si no vuelas cual yo vuelo?
¿Qué me resta bajo el cielo si mi todo me lo quitas?
Dias sin cuento de contento
el Señor a ti te envía,
más mi vida es solo un día, no me lo hagas de tormento.
¿ Te divierte dar la muerte
a una pobre mariposa?
¡¡Ah !! quizás sobre una rosa me hallarás bien pronto inerte.
Oyó el niño con cariño
esta queja de amargura,
y una gota de miel pura,
le brindó con dulce guiño.
Ella ansiosa, vuela
y posa en la palma sonrosada.
Y allí mismo, ya saciada,
y de gozo temblorosa, expiró la mariposa.
Noviembre, 2013
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