ANIVERSARIO

Hola reina. Un año más y, van seis que, no hablamos cara a cara, que conversamos con el pensamiento, o de viva voz pero, sin poder oír la del contrario; la voz de la persona querida, tu voz, Teresa. Espero que el día 15 te llegara mi recuerdo y mi cariño envuelto entre las volutas de la preciosa llama de la vela que durante todo el día estuvo intentando que su luz llegara hasta ti. El 16 como ya sabrás, fuimos a visitar a tus padres, que ya son un poco nuestros también, Paquita, Leonor y yo. La idea inicial era llevarlos a un restaurante pero fue imposible sacar al Sr. Joan de su cálida y cómoda casa y, al final tu madre nos preparó una rica comida. Ante tanta negativa a salir llegué a pensar que a tu padre le habría aumentado la dificultad en la movilidad. Llegamos pronto y como hacía un sol espléndido y ni pizca de frío propuse salir a dar una vueltecita; tu padre creía que era dar una vuelta por el patio, por el jardín y al sacarlo del error cogió su bastón lo agarré del brazo y salimos a la calle. Mi sorpresa fue grande porque el hombre aunque despacio, camina perfectamente. Se lo dije:"creí que no podía caminar, Sr. Joan" "Ah, no, camino bien con mi bastón" me contestó. Actuó como un Cicerón, contando las anécdotas de la plaza de los debates, la historia de cada tienda, de cada plaza, un encanto, vaya. Volvimos a casa, brindamos por ti, Hablamos hasta de política; luego tu padre se fue a descansar pero, antes le dije que la próxima vez no valían excusas y saldríamos a comer fuera, y allí quedamos con tu madre de cháchara un buen rato, hasta que Leonor dijo que tenía que marchar y, dando besos y abrazos a ese encanto  de mujer que tienes por madre, nos marchamos, no sin antes aceptar la coca que nos hizo a cada una.Te prometo que le dije que no las hiciera, que no nos convenía por la dieta, no queríamos darle trabajo pero, ya la conoces y, allá que nos fuimos cada una con su coca bajo el brazo y, Paquita además, con dos limones como melones.
Oye, amiga, ellos están bien. Para su mucha edad están muy bien. Quico les está encima, pendiente de ellos; bueno qué te voy a decir que tú no sepas mejor que yo. 
Un beso grandote y recuerda que cuando yo me vaya espero que vengas a recogerme pero, mientras llega ese momento, por favor, cuida de todos nosotros.