sábado, 25 de mayo de 2019

CONOCIENDO MADRID


La  apremiante alarma del reloj, a la cabecera de la cama, me hace dar un respingo. Me siento en la cama, de golpe, y medio aturdida, sin entender qué pasa. Sacudo la cabeza y poco a poco me voy situando en la realidad. Miro el reloj, son las cuatro de la madrugada y pienso: "hoy es jueves nueve de mayo.....¡Ostras, a las seis debo coger el AVE hacia Madrid!! Salto de la cama y en un plis plás ya estoy bajo los chorros algo fríos de la ducha. A las cinco cierro la maleta y me preparo a oír la llamada perdida de Paquita una de mis compañeras de viaje que pasa a recogerme a las cinco y veinte. Juntas llegamos a la estación de Sants donde nos reunimos con otra Paquita, a la que llamamos Paquita Pri ( de Prieto) para distinguir a la una de la otra. Subimos al tren y en ese momento empieza nuestra aventura por tierras de Castilla.
La llegada a Atocha se produce sin ningún contratiempo y, me sorprende gratamente el jardín botánico que hay en el vestíbulo de la estación. 
Nos dirigimos a una muy aceptable casa de apartamentos que previamente habíamos contratado en la Plaza de Santa Ana; un lugar tan céntrico que nos permite desplazarnos a casi todos los sitios a pie. Lo primero que hicimos fue darnos un buen desayuno de porras y un humeante y reconfortante chocolate. Luego, y como ya llevábamos una larga lista de todo cuanto queríamos ver, empezamos a llenarnos los ojos y el alma de arte arquitectónico, de pintura, escultura, de naturaleza viva. Las calles de Madrid son museos de arquitectura al aire libre y como casi todos los desplazamientos los hacíamos a pie hemos podido constatar y disfrutar, de la enorme cantidad de parques, jardines, y espacios verdes de que disfrutan los madrileños. ¡Es una pasada!.
Hemos visitado todos los museos habidos y por haber: Sorolla, Thyssen, Arqueológico, la Capilla de Goya,y cómo no, el del Prado, al que fuimos dos tardes. La segunda vez nos acompañaron Milagros y Luís, una pareja amiga muy querida, él pintor, que se ofreció a hacernos de guía en el recorrido por las distintas salas.
Yo siempre he pensado que la pintura no te la han de explicar ya que los cuadros cuando los tienes delante son lo que te transmiten; éstos te pueden transmitir sensaciones agradables o desagradables pero, después de que mi amigo Luís nos llamara la atención sobre qué ha querido destacar el artista en tal o cual escena, o algún tipo de simbología inapreciable para un profano en la materia, he de reconocer que he cambiado mi forma de mirar un cuadro, una pintura, pues después de ver la pintura a través de los ojos de Luís, el mismo cuadro, la misma escena, la veo y la disfruto de manera diferente.¡Gracias, Luís!
El día que volvíamos de visitar el Thyssen subiendo por la Carrera de S. Jerónimo, a la altura del Congreso, nos encontramos con una concentración de gente que según nos dijeron, estaban aguardando la llegada del cuerpo, el féretro, de Rubalcaba. Fue en ese preciso momento en que nos enteramos de su fallecimiento.
Otra de las cosas que hicimos estas tres mujeres libres y marchosas fue contratar un Tour turístico de tres horas caminando por el Madrid de los Austrias. Una caminata muy, muy interesante, con mucha historia, y tan amena que el tiempo nos pasó volando.
Otro día lo dedicamos a Toledo, la antigua capital del imperio, donde primero la recorrimos con un guía que nos mostró una ciudad preciosa y llena de historia, y una judería que aún conserva muchos de sus símbolos y, donde brilla con luz propia su magnífica catedral.  Luego seguimos admirándola a nuestro aire. Fue aquí en esta antiquísima ciudad donde puede conocer a los dueños del Hostal Santo Tomé a los que siempre les estaré agradecida por el inmenso favor que me hicieron en un momento en que me sentí indispuesta. ¡Gracias! 
En General hemos encontrado tanto en Toledo como en Madrid infinidad de personas muy amables, empáticas.
Una tarde la dedicamos al teatro. Bueno, fueron dos tardes pero yo sólo asistí a una obra pues yo quise dedicar una tarde a mis amigos Mila y Luís a los que hacía tres o cuatro años que no veía y lo aprovechamos para ponernos al día de muchas cosas. 
La obra que vi y disfruté enormemente fue, El Test, donde un Luís Merlo bordaba el papel. No sabía que fuese tan buen actor y, aunque los tres actores restantes estuvieron magníficos, la actuación de Merlo brillaba por su gran naturalidad.
El último día lo dedicamos al Parque del Retiro y a pasear tranquilamente por la plaza Mayor, puerta del Sol, La carrera de San Jerónimo.....para llevarnos  a Madrid en la retina. 
No puedo terminar esta crónica viajera sin mencionar tres cosas: que nos informamos del mejor sitio  
 donde servían los mejores churros o porras, que resultó ser "churrería San Ginés", que allá que nos fuimos y pudimos comprobar que los informadores tenían razón; que según los entendidos el mejor cocido madrileño lo sirven en "La Taberna de la Daniela" y que también nos fuimos a probarlo y, que nos ha
faltado tiempo para visitar Ávila y otras zonas de Madrid, por tanto, las tres amigas estamos de acuerdo en que se impone una segunda visita por esas tierras.
Y no puedo acabar tampoco sin agradecer y dar las gracias, a ese mi amigo Luís y a su no menos magnífica mujer, Milagros, por su acogida y su cariño.

 RECORRIENDO LA VENECIA DEL NORTE, HOLANDA, EN LA MEJOR COMPAÑÍA. El viaje en cuestión ha sido el regalo que por mi cumpleaños me ha hecho l...