RECORDANDO A TERESA     

Hola amiga mía. Diez años ya, Teresa. Diez años que te fuiste, diez años que estamos sin ti. Pero estamos sin ti solo físicamente porque siempre, cada día, estás presente en nuestras vidas, a través del corazón, del pensamiento, de la palabra, del recuerdo. Sigues con nosotros con la misma fuerza, con el mismo cariño. Mira, reina, este próximo día 24 iremos Leonor, Paquita, y yo a Ripollet a comer con tus padres, y sé que tú vas a estar también con nosotros. Tus padres, esos maravillosos padres que tuviste la suerte de tener, sobre todo tu madre. Una mujer fuerte, generosa, inteligente, que se ha ganado el respeto y el amor de Quico, que más que yerno son madre e hijo, tal es el cariño que se tienen, el mismo amor que les tiene Arnau, su nieto, tu hijo. 

Ese día, el 24 vamos a celebrar el cumpleaños de tu madre, La sra. Teresa, sí, y alzaremos nuestras copas para que ambos sigan bien y con nosotros, por mucho tiempo más.

Por aquí ya sabes cómo está todo de revuelto. Unos y otros somos incapaces de valorar todo cuanto tenemos que nos une, y  sin embargo nos empeñamos en ver solo lo que nos separa, lo que nos mantiene en una discordia continua, con enfrentamientos diarios. Estamos incapacitados para vivir en paz. Hemos perdido la facultad de entender que no estamos solos, que los demás también tienen los mismos derechos. En fin, para qué seguir si tú sabes también como yo, o incluso mejor, lo corto de miras que es el ser humano en general.

Teresa, sigue cuidando de tus padres, y de todos los que te seguimos queriendo. Sé que lo haces y por ello te doy las gracias amiga, y si puedes, pon un poco de luz, de ética y honradez en los  individuos que rigen y controlan el mundo.

Me despido de ti con esta preciosa flor de Nomeolvides

Un beso enorme, amiga.