De nuevo la iglesia católica está dando motivos para la crítica ciudadana. Esta vez nuevamente por una homilía del obispo de Alcalá de Henares , personaje con diarrea dialéctica y mental perpétua; homilía que fue retransmitida por TVE y a la que tuvo acceso millones de personas.
En esta ocasión monseñor Reig Pla nuevamente arremetió contra los homoxesuales, lesbianas y abortistas, dejando caer comentarios que equiparaban homoxesualidad con prostitución y con "determinadas ideologías que corrompen a las personas" y que estas ideologías no orientan bien a los niños en la sexualidad humana" por lo que " ya desde niños piensan que tienen atracción hacia las parejas del mismo sexo y para comprobarlo se corrompen y prostituyen. O van a clubes de hombres. Os aseguro que se encuentran en el infierno".
Este prelado conservador también tuvo palabras para las mujeres que abortan, que según él, entre otras cosas dijo que " las adolescentes o mujeres que abortan llevan el sufrimiento en el corazón . Muchas no pueden dormir, porque el pecado lleva siempre la destrucción de la persona".
Este Sr Reig Pla ya hace años que está dando que hablar con sus homilías ultra conservadoras, pero nada ni nadie le para los pies, mejor dicho, la lengua.
Habla el obispo del infierno en que viven los homosexuales, pero le falta honestidad para hablar desde el púlpito del (este sí) verdadero infierno en que han vivido y viven los niños sodomizados, abusados sexualmente por sacerdotes. Criaturas a las que han marcado a hierro candente sus tiernas vidas de por vida. Niños que durante toda la vida padecerán el estigma de
la culpa y la vergüenza. No, de esto no habla monseñor.
No acabo de entender por qué la ley es benévola con este tipo de adoctrinamiento. No veo mucha diferencia de las homilías de algún imán musulmán y las de este individuo. En esencia viene a ser parecido. Mientras el primero da pautas para someter a la mujer a través del maltrato, el segundo criminaliza e insulta a ciertos colectivos de la sociedad. Pero mientras al musulmán se le aplica la ley y se le detiene por ser merecedor de ello, naturalmente, a la iglesia católica se le permite cualquier arenga, sermón u homilía que se le pase por la cabeza escudándose en la libertad de expresión, pero como decía la Confederación de Gays y lesbianas "la libertad de expresión no puede ser una barra libre al insulto y la descalificación" y aún lo entiendo menos, siendo, como somos, un país
aconfesional.
Día a día los hechos demuestran que la iglesia católica sigue siendo omnipresente e intocable.
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