viernes, 25 de febrero de 2011

GADAFI: EL LOCO DEL DESIERTO.





Todo el mundo se pregunta porqué los gobiernos del viejo continente y demás estados democráticos están tardando tanto en condenar de manera contundente la masacre y el horror contra el pueblo libio, porqué se tarda tanto en tomar medidas que frenen la sed sanguinaria del asesino de su propio pueblo? Todos, a poco que lo pensemos nos damos cuenta del porqué: el petróleo, la venta de armamento, los intereses económicos, que puestos en una balanza pesan más que las vidas de las personas. Los ciudadanos no entendemos cómo se puede permanecer impasibles ante el monstruo que exhorta a sus seguidores a salir a la calle y exterminar a "las ratas mercenarias" "borrachos y drogadictos". Yo no se qué ni quien estará detrás de esta revolución del mundo árabe/musulmán.Si están siendo dirigidos por algún grupo "islamista" o simplemente están hartos de gobernantes corruptos que han hecho de su cargo un cargo vitalicio y hereditario. Sí es llamativo que las protestas han surgido de la noche a la mañana, y que como la pólvora, surcando kilómetros y kilómetros de desiertos , se ha extendido por todo el mundo islámico. No sabemos cuales son las claves que ha disparado la revuelta, pero sí sabemos que están masacrando a seres humanos solo por pedir libertad y democracia, y ante esto no podemos mirar para otro lado, pensando en nuestra balanza económica , y más cuando somos parte implicada en los conflictos, por los negocios armamentista con gobiernos descerebrados que están usando esas mismas armas contra sus súbditos.Ya sería hora de que nos mojásemos todos, ayudando al pueblo árabe a salir de la edad media en que viven ; esta es una de las demanda de ese pueblo que sufre: quieren cambiar unas leyes que están obsoletas, quieren limitar el poder de los gobernantes y quieren separación de leyes, quieren transparencia, trabajo, libertad y democracia.Nosotros, los que tenemos la suerte de vivir en paises democráticos hemos de forzar a nuestros gobiernos a que tengan una actitud más beligerante con el asesino de masas, Gadafi; que los países hagan todo lo que esté en sus manos para llevarlo ante el Tribunal Penal Internacional, para poner coto a esta mala bestia, porque si no se le frena, ejecutará a todo aquel que sea sospechoso de haber participado en las manifestaciones. Salgamos todos, y todos los días a la calle, hasta que se acaben los asesinatos como hicimos con la guerra de Irak; obliguemos a los gobiernos democráticos a cambiar de actitud, a que se mojen. Podemos hacerlo si queremos. Vayamos por delante de estos gobiernos pusilánimes. Demostrémosle que el pueblo sí tiene conciencia.

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