domingo, 23 de mayo de 2010

REFLEXIONES


He cumplido 66 años. Hace por tanto uno, que me jubilé del trabajo de enfermería, algo que he estado haciendo durante más de treinta años. Toda una vida inmersa en la crianza de mi hija, en el trabajo como enfermera que conlleva una formación continuada por los contínuos avances de la medicina, y sin poder hacer grandes planes , grandes proyectos ni hacer realidad algún que otro sueño amagado en el fondo de ese armario que todos tenemos cerquita del corazón. La causa, una economía que me permitía vivir sin derroche ni caprichos. Me separé del que fué mi marido cuando tenía 48 años y a partir de aquí tuve que enfrentar la vida en solitario. Jamás le pedí al padre de mi hija nada para mí ni para ella; pasaba la pensión mínima que estipuló el juez, dinero que pasaba directamente a la cuenta de mi hija, cuenta que le abrí a su nombre y que no la podía utilizar hasta su mayoría de edad. Después de la separación conyugal me propuse realizar algo que nunca había hecho : viajar. Con el que fué mi marido habíamos realizado pequeñas salidas por el territorio nacional sobretodo en S.Santa, salvo un viaje que hicimos a Italia en el año 73 0 74 y del que emulando al hidalgo Don Quijote, prefiero no acordarme. A veces estas salidas las hacíamos acompañados por un amigo común , Joaquín, o kimet, como le llamábamos ,bueno , era amigo de él pero yo llegué a apreciarlo mucho, como a todos sus amigos de la colla. Después de roto el matrimonio, siguieron con mi ex, y yo perdí su contacto.  solo sigo frecuentando la amistad de Rosa, enfermera también y a la que aprecio un montón. Durante mucho tiempo los eché de menos, después yo hice nuevas amistades que aún conservo y que han sido como mi segunda familia, acompañándome en los momentos tristes y en los alegres y obviamente estoy muy orgullosa de mi círculo de amistades. Kim, el amigo que mencioné antes, fué el que me metió en la sangre el veneno de viajar, un veneno que no mata, que me da vida en vez de quitármela. Él, viajero incansable, a la vuelta de sus viajes por el mundo, nos pasaba las diapositivas y se le veía tan feliz explicando sus experiencias que hizo mella en mí, transmitiéndome su pasión por conocer otras culturas , otros pueblos, otras gentes, ampliando horizontes, abriendo tu mente. Había estado en Egipto tantas veces que yo creo que se sabía de memoria hasta el número de piedras desperdigadas alrededor de las pirámides. Me enseñó sin él saberlo, a amar , admirar y respetar la cultura faraónica y me propuse saber más , ir a ver por mí misma las maravillas que veía en los libros. Me documenté todo cuanto pude y al final hice realidad el viaje tan deseado a Egipto y a algunos otros países como Yemen, Turquía del Este, Nepal, Tíbet, Patagonia, Marruecos, Siria, Jordania y hace dos años de nuevo a Italia, que no tuvo nada que ver con el que hice tiepo atrás, siendo esto los únicos caprichos que a lo largo de mi vida me he podido permitir. 

Mi primer contacto presencial con Egipto no lo olvidaré nunca. Las lágrimas de emoción o de otro sentimiento que me da miedo indagar, no me dejaban ver con nitidez las pirámides que tenía frente a mí. La congoja que me embargaba en mi primer contacto. La emoción al poder contemplar el rostro de la reina Hatshepsut. y su hija Neferura,......como la honda pena sentida al despedirme de Abusimbel al final de mi viaje, y aquella vocecilla que yo sentía en mi cabeza y que trataba de tranquilizarme con palabras que caían en mi ánimo como un bálsamo sosegando mi alma mientras las lágrimas calientes y silenciosas surcaban mi cara mientras a duras penas me dejaban ver cómo se alejaba el templo de Ramsés II, acodada en la barandilla del barco, jamás podré ni explicarlo ni olvidarlo. Como digo, estos viajes son los únicos deseos que he podido realizar , y no me quejo, sé que hay personas que no han podido salir jamás de la población donde viven pero en estos momentos, y haciendo balance de mi vida pasada y de la que me quede por vivir , me doy cuenta de que el tiempo se me ha echado encima sin apenas apercibirlo, enfrascada en sobrevivir día tras día, en conseguir una estabilidad económica para mí , para mi hija y para su formación académica para su futuro , que nos permitiera vivir sin caprichos pero sin agobios, y mientras tanto, ahora me percato, de que en el camino se han ido quedando tantas ilusiones, tantos anhelos que ya no tendré tiempo de ver realizados por que sigo con una economía que me permite comer, vestir, pagar recibos y hacer alguna escapada de pocos días , que ya es mucho, pero si quisiera hacer lo que realmente anhelo y hacerlo ya, (por que no sé qué sorpresas desagradable me tiene reservado el destino ) , no podría hacerlo porque siempre chocaré con el enorme coste de las cosas, y son tantas las culturas que me quedaré sin conocer, sin entablar contacto con sus gentes... de modo que solo tengo una opción: primero mentalizarme de que es lo que hay , y luego hacer una lista de pequeñas cosas que no sean gravosas a mi economía como por ejemplo aprender a ir en bicicleta que ya está casi conseguido: ayer fue mi gran día: pedaleé un gran trecho por primera vez en mi vida. Ahora tengo pendiente lanzarme en paracaídas, seguir conociendo mundo aunque para ello me lo tenga que quitar de otras cosas, seguro que si, ¡¡soy muy testaruda!! ¡¡ay, si me tocara una primitiva, las haría bien sonadas !!!!!!! Qué emocionante, acabo de darme cuenta de que esto podría ser algo así como el ¡¡¡epílogo de mis memorias !!!!. Uhmmmmmmmm

A. Del Río.Mayo, 2010

1 comentario:

Anónimo dijo...

EN CUATRO LINEAS RESUMES TANTAS COSAS.
VIAJAR ES TU ANHELO, YO DIRIA QUE LO HACES. NO ESPERES QUE TE TOQUE LA PRIMITIVA, YA TE TOCO, (VIVIR SALUDABLEMENTE, SIN DOLOR FISICO, TENER EL PLACER DE COMER, DORMIR, IR AL CINE, VER LAS ESTACIONES, LA LLUVIA, EL CALOR, CUANDO VAS A OTRAS CULTURAS, ELLOS ESTAN EN ESO, EN VIVIR, PERO PUEDES HACERLO, SOLO TIENES QUE CAMINAR...ES EL MIEDO LO QUE TE IMPIDE HACER...

 RECORRIENDO LA VENECIA DEL NORTE, HOLANDA, EN LA MEJOR COMPAÑÍA. El viaje en cuestión ha sido el regalo que por mi cumpleaños me ha hecho l...