No , no es una broma, es real como la vida misma. La simpática , entrañable y hasta ahora cotidiana escena en nuestras calles y plaza tiene los días contados según los expertos . Los motivo todavía no están muy claros pero todo apunta a varios factores principales: el efecto negativo que sobre la salud tienen las radiaciones de las antenas de telefonía, la escasez de residuos orgánicos en nuestras calles que hace que cada día tengan que competir por el escaso alimento con mayor número de aves : palomas, cotorras,gaviotas y otras aves estacionales o migratorias. Las ciudades cada vez son más limpias y eso está bien, pero si no les damos a estos animales alternativas de supervivencia dentro de muy poco nos pasará como a Praga e Inglaterra que ya los han dado por extinguidos y sería de verdad una verdadera tragedia borrar del mapa a estos pequeñines encantadores, que en verano te anuncian la aurora y el ocaso con su alegre algarabía a coro. Recuerdo unas vacaciones en Veger de la Frontera en que esta algarabía al unísono nos despertaba y nos alertaba de la salida y del ocaso del sol.Era como si al rayar el alba y antes de dispersarse para la búsqueda de la comida, todos juntos dieran gracias al universo por permitirles vivir un nuevo amanecer y por la tarde después de hacer el recuento de los integrantes de la colonia y antes de cobijarse en las ramas para el descanso, volvieran a dar las gracias por haber podido regresar todos sanos y salvos a su árbol, a su hogar , que en este caso era una exuberante palmera. En esta partitura mental nunca hubo una nota más alta ni más atrasada ni más retrasada que otra, todos empezaban y acababan al mismo tiempo como si de un acuerdo tácito se tratara, era como un canto gregoriano a su creador sea quien fuere y las personas que se encontraban conmigo aquellos días maravillosos saben que es cierto lo que digo.Creo que tanto las autoridades como el ciudadano deberíamos tomar medidas que garantizaran su permanencia entre nosotros . Algo tan sencillo y tan poco costoso como instalar en los árboles de calles y/o parques pequeñas casitas de madera o plástico como ya se hace en los bosques de algunos pueblos y dejarles algún que otro trocito de pan a su alcance ya sea en balcones, terrazas, o parques, sobretodo en invierno que tienen más difícil conseguir alimento.Yo hace años que lo hago y es enriquecedor y entrañable ver cómo los pequeños gorriones se afanan en llevarse en el pico un trocito de pan para compartirlo con su compañera y sus polluelos o contemplar la ternura con que la madre alimenta a su cría , cómo lo anima a que la siga en su primer vuelo. No podemos permitir que estas escenas desaparezcan de nuestras vidas. A raíz de la gripe aviar en Barcelona se prohibió alimentar en la calle a las aves por miedo a la contaminación, pero al igual que la gripe A las dos han sido una lucha de intereses económicos que yo condeno y por tanto he seguido alimentando desde mi terraza a estos pajarillos a los que cada día se lo ponemos más difícil para sobrevivir entre nosotros. Las autoridades han de ser coherentes, no pueden legislar órdenes que vayan en contra de la vida aunque esta vida sea la de un pequeño gorrión cuando éstos están al borde de la extinción debido a la manipulación que el hombre, nosotros, hacemos de su entorno. !!!! DÉMOSLE LA OPORTUNIDAD DE PERMANECER , DE EXISTIR.¡¡¡ !!!!!!! SALVEMOS A NUESTROS GORRIONES CADA UNO EN LA MEDIDA QUE PUEDA POR QUE SI QUEREMOS, ES SEGURO QUE PODREMOS¡¡¡¡
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