sábado, 25 de abril de 2015

UNA COMIDA MUY ESPECIAL



Hola amiga mía. Seguro que ya lo sabes pero te lo contaré igualmente. Ayer Paquita y yo comimos con tus padres y Quico.
Hacía meses que teníamos una comida pendiente con ellos. La idea era que fuésemos a un restaurante como la última vez por aquello de no darles trabajo y, tanto tu padre como tu madre insistían en hacerlo en la casa. Ya medio los tenía convencidos para que fuese fuera pero, Quico, que al final se apuntó, me hizo ver lo mucho que tus padres disfrutarían sintiéndose útiles al ofrecernos unas carnes hechas a las brasas de la llar de foc.
Quico se prestó a recogernos con el coche para ir juntos y allá nos encaminamos. 
Cuando llegamos, tu padre, el sr. Joan, estaba concentrado en echar leña al fuego que ya tenía encendido y flameando; a tu madre la encontré guapa de verdad,con una piel y un color de cara que daba envidia, bueno, nada extraño pues la sra. Teresa siempre ha gozado de esa hermosura externa e interna también. Habíamos querido llegar pronto para echarles una mano en la preparación de la comida pero, cuando llegamos ya tenían la mesa puesta, la ensalada preparada y el aperitivo dispuesto; sólo faltaba asar la carne de cordero y las botifarras que, hay que comerlo recién hecho, calentito. Paquita y yo habíamos llevado un vino y los postres.
Nada más llegar mis piés se fueron derechos al jardín; Teresa, está precioso.Sus múltiples variedades de plantas florales lucen sus mejores aromas y colores de la primavera; Los dos limoneros cuajados de flores de azahar impregnan todo el entorno con su fragancia intensa.
Durante unos minutos me entretuve en mirar las múltiples fotografías tuyas.Una de ellas en especial me hizo un nudo en la garganta y cuando sentí que  mis ojos se humedecían me alejé para que Quico, que andaba cerca con Paquita, no se percatara.Tengo que decirle que me la escanee, pues estás en ella con una mirada tan viva,con una fuerza de expresión y verbosidad tan real, que traspasa la coraza mejor forjada.
 En la comida se habló de todo, bueno, yo creo que hablé un poco más que ellos, ya me conoces, cuando quiero parezco una paparra.
Hacía tres años que no veía a Quico y sabía que aunque está mejor, aún le cuesta hablar de ti y puse todo mi empeño en no decir nada que te aludiera para no remover recuerdos pero, me quedé sorprendida de manera muy grata cuando dos o tres veces hizo referencia a ti de manera natural y, de la misma forma respondimos todos.Te digo de verdad amiga mía que me ensancha el alma el que ya pueda referirse a ti de viva voz a pesar de que a su vida le falte el motor principal que eras tú.Ha perdido peso pero sigue estando guapo.Su relación con tus padres sigue siendo la que era; con tu madre, no,yo creo que con ella aún está más unido: toda la sobremesa que dedicamos a charlar de todo un poco,estuvieron los dos con las manos cogidas como madre e hijo que no se han visto en mucho tiempo, solo que ellos se ven cada semana. No sufras por ellos,tus padres, pues Quico y Arnau los cuidan como nieto e hijo.
También quise aprovechar para hacerle a Quico una consulta profesional. Sí, no te rías, ya sé que me comporté como una usuaria pero chica,no podía obviar lo buen cardiólogo que es y, ya sabes lo caballeroso,generoso y lo atento que es él.
Antes de marchar salimos otra vez al jardín y tu padre se desvivía por cortar todo tipo de hierbas aromáticas y flores para llevarnos, todo le parecía poco, si le hubiésemos dejado habría desmochado el jardín entero y…. como no podía ser de otra forma, tu madre nos sorprendió con una coca de llardons que había cocinado para cada una. Me dio pena despedirme de ellos pero, Paquita trabajaba esa noche en el Clínico, asi que, después de darles muchos besos nos subimos al coche con Quico y emprendimos el regreso a Barcelona donde muy caballerosamente nos dejó a cada una en nuestra casa. 
Amiga, tus padres están bien, con los pequeños achaques de los años pero están bien cuidados por tu querido hijo Arnau y tu querido marido Quico y, cuando ellos por alguna causa no puedan… ahí estaremos nosotras, esa legión de amigas que cultivaste con esmero y cariño, para llegar a donde ellos no lleguen.
Por cierto,Teresa,la semana pasada estuve comiendo con Leonor allá a donde solíamos ir las tres, siempre vamos a Terra Blava y nos hacemos  la idea de que estás tú también y que brindas con nosotras.
Un abrazo, amiga del alma.Te añoro
Oye, dile a Indi que lo quiero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que ha Teresa la ayuda el que le escribas. Lo necesita para seguir su camino. Los difuntos desprendidos de la materia que somos en la tierra continúan la vida que existe entre la muerte y un nuevo nacimiento. NO TE HABLO de un planeta donde andan los difuntos sino del cosmos infinito, quizás en lo que aquí denominamos éter. Teresa necesita que le sigas escribiendo y mandando mensajes de amor,

Ascensión del Río Martín dijo...

Gracias, estimado anónimo. Yo también lo creo así y ello es una de las causas por la que le cuento los aconteceres de mi vida; otra de las causas es mi creencia de que mientras hable de ella o con ella, Teresa permanecerá a mi lado, no se habrá ido y, esa comunicación merma un poco su falta física.
Agradecida porque pierda ud. su tiempo conmigo.

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