Agosto anhelado, denostado, insufrible, apacible, disfrutado. Agosto tórrido, cálido , fresco, ardiente,agobiante. En todo esto y más se puede convertir el mes vacacional por excelencia; todo dependerá de dónde estés y con quien. En Barcelona, Agosto es un mes para pasear al atardecer, para hacer un alto en el camino y tomar un tentempié en alguna de sus muchas terrazas, para encontrarte con los amigos ( si están) y hacer la tertulia hasta bien entrada la noche. Para ver espectáculos: cine, teatro , conciertos al aire libre, o simplemente contemplar el mar con el solo ruido de las olas y la presencia de la luna como testigo mudo y luminoso. Pero también Barcelona en Agosto puede ser como una losa de la que intentas escapar , sacártela de encima con ímprobos esfuerzos sin conseguirlo apenas; pueden ser 30 días de nostalgia, de tedio, de morriña, para aquellas personas que por múltiples razones se han quedado solas en la ciudad vacía, y que después de disfrutar los primeros días de libertad/ soledad, entran en esa fase de desgana, de apatía , de controlar el teléfono que no suena por mucho que lo mires, porque recuerdan terriblemente a los seres queridos, amistades, que optaron por disfrutar Agosto fuera de la ciudad; personas que se refugian en lecturas o en tareas que tenían aparcadas y que esperan Septiembre ansiosos para volver a la rutina, para ver a los amigos, o al igual que en la canción: "esperan Septiembre con un mundo infinito de sueños en la mente, con el alma sencilla y el corazón alegre" .
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