viernes, 15 de noviembre de 2019

BARCELONA ENTRE LAS LLAMAS

Cuando el silencio de la noche rompe 
los gritos de alimañas desbocadas,
un estertor de amargura me sube hacia la boca
augurando un mal presagio para mi tierra amada.

Me asomo a las noticias con miedo contenido,
y lo que ven mis ojos me hiela el alma:
hordas de hienas incendian mi ciudad,
y  veo a Barcelona arder entre las llamas.

Y lloro. Lloro con lágrimas ardientes,
con amargas  lágrimas de rabia,
y un grito suplicante lanzo al aire:
¡¡Por Dios, nada ni nadie va a frenar a esta manada!!

Y mi súplica se pierde entre la noche roja,
una noche, y otra, y otra,
sin que nada ni nadie nos proteja
 de las llamas, y la barbarie de las impunes hordas.

Y no puedo sino volver atrás en el recuerdo.
Cuando en Barcelona vivir era posible,
sin diferencias, sin odio, y con orgullo
de pertenecer a esta tierra para todos increíble.

Y veo a Catalunya avanzadilla de la modernidad, 
en la industria, en la cultura, en convivencia grata.
Y dejo mis recuerdos, y al volver al presente,
siento pena por ti, querida tierra amada.

¿Qué mal hiciste tú, querida Catalunya
para que tus hijos te suman en la ruina
económica, social, y en pérdida de valores?
Qué mal hiciste para que quieran destruirte
manadas de ignorantes ebrias de rencores.

Y vosotros, que decís amar a vuestra tierra,
cómo habéis podido creer a un grupo de mangantes
que os utilizan para que deis la cara en su batalla infame,
mientras ellos en la trastienda ríen y aplauden.

¿Nunca os enseñaron que la primera regla de la democracia
es respetar las leyes del Estado de Derecho,
y de que quienes las violan
deben asumir sus consecuencias y pagar por ello?

No os dejéis engañar, ni dejéis que nadie os utilice.
Sabed que pensar por uno mismo no hace daño.
Aprovechad la vida para ser felices,
y dejad que la justicia haga su trabajo.

Volved a la cordura, al civismo, y a la paz social.
Devolved a Catalunya el prestigio perdido,
el orgullo de ser catalanes y españoles, 
y juntos, de la mano, reiniciemos el camino.

A. del Río.8/12/19


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso y desgarrador, pero hay que tener esperanza...

Ascensión del Río Martín dijo...

Anónimo: no sabe cómo me cuesta mantener viva la esperanza cuando veo la falta de arrepentimiento de quienes dieron el tiro de gracia en el centro del corazón de la democracia. A duras penas puedo mantener la fe en el ser humano debido a los muchos intereses por los que se mueven, actúan, o simplemente se callan.

 RECORRIENDO LA VENECIA DEL NORTE, HOLANDA, EN LA MEJOR COMPAÑÍA. El viaje en cuestión ha sido el regalo que por mi cumpleaños me ha hecho l...