CHARLA CON EL CORAZÓN

_ Hola, Corazón.
_Hola.
_ Cómo estás?
_ Pues... la verdad es que he conocido tiempos mejores.
_¡Menudo susto me diste ayer!
_ No era mi intención asustarte
_ Ah, ¿no? pues explícame cual fue tu intención para que yo lo pueda entender, porque desde luego, te luciste.
_ Bueno, fue una estrategia para llamar tu atención.
_¿ Para llamar mi atención dices? ¡Por Dios, venga ya! No me esperaba eso de ti. Desde que tengo uso de razón estamos juntos. Hemos pasado de todo, cosas malas, es cierto, pero también muchas buenas. He cuidado de ti como si fueses yo misma, te he mimado, te he protegido.
_ ¡Anda ya! ¿Que me has mimado? Cómo puedes decirme eso si no me haces ningún caso!!
_ Que..¿ qué? creo que estás siendo muy injusto en tus aseveraciones. Mira, no fumo porque eso te perjudica, no bebo por lo mismo, no hago deportes que a ti te puedan perjudicar, solo hago aquellos que te fortalezcan y te mantengan en estado óptimo de salud y, ¿dices que no te cuido? Sabes que siempre he llevado una vida sana y tranquila.
_¡ Esta sí que es buena, cada vez te superas! ¿ Cuántas veces tus actos me han puesto en una situación difícil? Muchas, más de las que me gustaría recordar. Y créeme que en alguna de ellas lo he pasado bastante mal para estar a la altura del problema y protegerte; como aquella vez que me pusiste ante la "lechera policial" sin comerlo ni beberlo, sin preguntarme siquiera y, tantas y tantas veces que con megáfono o sin él te has apuntado a cuantas causas has querido: Que si los toros, que si los gatos que si los perros, que si el gobierno, que si la corrupción, que si el 3%, que si.......¡Coñe, es que te apuntas a todo!!
_ Vale, de acuerdo, no te lo voy a negar.
_ ¡Por Díos, ¿Es que no te puedes comportar como una persona normal?
_ Y para ti, ¿qué es normal, mirar para otro lado? Reconozco que es más cómodo, pero yo no soy así, no está en mi condición.
_ Nooo, ya lo sé, tú te has convertido en la abogada de pleitos pobres, y no siempre es lo más conveniente.
_ Veo que hoy no se puede hablar contigo. No se trata de que convenga o no, se trata de hacer lo correcto. ¿ O no? ¡Ostras, que parecemos un rebaño de corderos!!
_ Síii, pero piensa que ya tienes una edad, que los dos estamos achacosos, que se nos fue el brío y el ímpetu de la juventud, y que ahora cualquier pequeño exceso nos pasa factura. Por favor, prométeme que harás lo posible porque tengamos una vejez, esta vez sí, tranquila de verdad.
_  De acuerdo. Lo intentaré, pero no pretenderás que me quede en el sofá viendo Sálvame, ¿ no?
_ Por supuesto que no, pero yo también acuso los años y te pido que me ayudes a cuidar de ti, pues aunque te cueste creerlo te quiero.
_  Sii, ya lo sé.¡Y yo a ti! Eso está fuera de toda duda. Si tuviera que volver a elegir a un corazón compañero de vida, te elegiría a ti sin dudarlo.
_ Y yo a ti. No podría tener a una compañera mejor
_ ¡Uy, qué empalagosos estamos!
_  ¡Tú has empezado!
_  ¿Yooo?
_ ¡Por supuesto que sí!
_ Qué pretendes, que volvamos a empezar la contienda?
_ No, solo quiero que te cuides.
_ Tú también. Te quiero mucho.
_ Yo a ti, más
_ Y dale, ¡ya empezamos otra vez! Un beso grandote, corazón mío.
_ Otro para ti.
_  ¡Adiós!
_ ¡¡Adiós!!!!!