Hace unos días tuve acceso a la lectura de algunas de las entradas del Diccionario Biográfico de la Academia de Historia y aún me dura la perplejidad. No conozco ni de oídas a ninguno de los historiadores o académicos que han participado en el extenso Diccionario, como tampoco se nada de sus ideologías políticas pero la lectura de algunas biografías me han transportado al pensamiento falangista de épocas pasadas y a la derecha de pro de la época actual. Como era de esperar han llovido las críticas; ellos, los biógrafos, dicen que están abiertos a ellas ( las críticas) y que "van a rectificar". ¡¡¡ Pues no faltaría más !!! Lo triste y desesperanzador es que tengan que rectificar por el escándalo organizado y por la presión ciudadana. ¿ Tal vez estos señores creían que la falacia pasaría desapercibida dado el estado comatoso permanente de una sociedad harta de tanta mentira, corrupción y mangoneo? Menos mal que aún queda gente con el ojo avizor y que aunque el día de su presentación el trabajo fue presentado y rubricado por los reyes Juan Carlos y Sofía , fue también criticado y puesto en tela de juicio por escritores, historiadores y gente anónima honestos.
Sres. un profesional que por tal se tenga, jamás debe tergiversar ni manipular la historia según su conveniencia ideológica ,y debe dar a cada uno en la historia el sitio y los adjetivos que a lo largo de su vida se haya hecho merecedor.
A ustedes. Sres. académicos se les ha visto el plumero. No han querido o no han sabido dejar aparcada sus preferencias políticas al realizar el tal trabajo biográfico ,y ello les ha llevado inevitablemente al descrédito profesional, al rechazo unánime de un trabajo tendencioso y falto de verdad
No hay comentarios:
Publicar un comentario