Se
sabía. Se sabe. En todos los círculos políticos se sabe o por lo
menos se tienen sospechas fundadas de la corrupción existente desde
hace muchos años. Los implicados callan porque, no se van a descubrir
ellos mismos y, los no implicados callan también por aquello de hoy te cubro a
tí por si mañana me hubieras de cubrir a mí.
Y con esta
complicidad amoral de unos para con los otros, hemos llegado a un
nivel tan elevado de corrupción que, nos pone a la cabeza de Europa
en este tipo de delitos; y no se trata de un partido en especial o de
una comunidad autónoma determinada, no, porque la corrupción al
igual que una mancha de aceite, está extendida por todo el territorio
nacional salpicando a la gran mayoría de las formaciones políticas.
Y desgraciadamente Catalunya no iba a ser una excepción.
Esta
comunidad está de corrupción hasta más arriba de la senyera. Desde
el caso de banca catalana, que fue el primer caso de corrupción
conocido, ha habido un expolio del dinero del contribuyente a través
del cobro ilegal de comisiones por cada obra que se ofertaba desde la
Generalitat y el Ajuntament y que, a pesar de que a Pascual Maragall
en una sesión del parlament se le escapó dirigiéndose al
banco de Ciu aquello de " el problema de ustedes es el 3%",
aquella frase no se llegó a investigar, se echó un velo sobre la
directa acusación y, así se ha seguido hasta hace unos años en que,
al diario El Mundo le dio por destapar algún que otro caso de la
entramada corrupción reinante. Que se sepa tenemos en Catalunya unos
16 o 17 casos de corrupción política; ninguno ha devuelto lo
robado, que sería lo primero que deberían hacer, y la mayoría de
ellos se ha resuelto convenientemente para los ladrones. La prensa y
la tv catalana apenas si se hacen eco del problema, supongo yo que
las subvenciones que reciben de la Generalitat les sella la boca,
mejor dicho, el ordenador desde donde escriben las noticias. Y en
este estado de cosas llegamos al último y más espectacular caso de
latrocinio y mentiras reiteradas : el caso del clan Pujol.
Esta
familia modelo de unidad familiar, de patriotismo catalán, de religiosidad, de honorabilidad, y
otras muchas y buenas costumbres, está en boca de todos y cada uno
de los habitantes de catalunya y del resto de España. Unos para
insultarlos y otros, los menos, para apoyarlos, defenderlos o incluso sentir pena por ellos como el presidente Mas que dice sentir pena y compasión por su maestro Jordi Pujol. Obviamente estos últimos son los de su partido: CIU.
Hacía
tiempo que los hijos de Pujol estaban siendo investigados. Oleguer Pujol por
blanqueo de miles de millones de euros. Al parecer controlaba una trama internacional de "ocultación" y "transformación"del dinero evadido; otro de los hijos, por comisiones con las ITV y
todos por la participación en la evasión de cientos de millones en paraísos fiscales
sin declarar, algo que el patriarca del clan Jordi Pujol siempre
había negado con el mayor descaro.
La
UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) llevaba tiempo
trabajando en la investigación del caso y una vez acabada la investigación la
entregan a la Fiscalía Anticorrupción y justo unos días antes de que
anticorrupción hiciera público el trabajo de la UDEF, Jordi Pujol,
padre, hace un comunicado en el que confiesa ser cierto que
tiene un dinero en suiza pero, (y esto es muy importante) "es el
dinero que su padre le dejó en herencia a sus hijos y a su esposa Marta Ferrusola", "que sus hijos no tienen
nada que ver con el delito, que él es el único responsable, que en 34 años no ha
sacado tiempo para declararlo y, que se pone en manos de la justicia". Desde entonces no se le ha visto, solo un comunicado. Y es en este momento cuando el adalid de la independencia, el muy honorable
ídolo catalanista, se cae del pedestal y se hace añicos porque, no
era un ídolo de oro, ni siquiera de bronce, hierro o latón, sino de barro pútrido y fétido. ¿ Sería lógico pensar visto la falta de ética política, que la idea de la independencia lleva implícita otra idea que no sea el seguir engañando, prevaricando, evadiendo, robando al pueblo y quedar impune porque todo queda en casa? Creo que no es muy descabellado pensarlo.
Corren ríos de tinta, las televisiones se
afanan cada día en hacer tertulias sobre el tema, los ciudadanos
indignados y expectantes por ver cómo se comporta la justicia con
este caso de corrupción más flagrante por cuanto de respetable y honorable se les suponía a los autores.
Dicen que no hiere tanto la ofensa como quien te la hace, y en este caso que pone de manifiesto la hipocresía, el fariseísmo y la farsa de aquellos a quienes creían Honorable, se cumplen todos los requisitos del dicho.
(continuará,
esto no se acaba aquí)