Tus
ojos de un azul purísimo y como el mar, profundos.
Miraban
temerosos pero confiados por que yo estaba allí.
Tu
vida: para mí, preciosa, atormentada,
para
evitarte dolor, segada.
Tu
muerte: la prueba de amor más grande
y
dolorosa que pude hacer jamás.
Tu
ausencia: pesada losa que tendré que sostener
durante
todos los días de mi vida.
Querida
Xenka: el cariño que me diste
durante
catorce años,
hará
que siempre haya encendida una llamita
en
mi corazón por ti.
Ascensión
del Río Barcelona 12 de Abril de 1997
No hay comentarios:
Publicar un comentario