PISTOLETAZO DE SALIDA

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Ya se dio el pistoletazo de salida. Los deportista de la política alineados por número de escaños en la zona de salida, comienzan la carrera de obstáculos; este año con las dificultades de la crisis pegadas a sus talones, cada uno intenta hacer que el recorrido hasta el día 28,les traiga la victoria deseada. El miedo a perder, les hace audaces, deslenguados, zafios, maleducados; en realidad nada nuevo. Al comienzo de las campañas una siempre espera ( como una ilusa) que el respeto y la profesionalidad se imponga; vana esperanza, porque ya no quedan profesionales de la política, ya no quedan hombres o mujeres dispuestos a tomarse la política como un servicio al pueblo que lo elige, a tomarse la política como un ejercicio continuo de facilitar el día a día a sus conciudadanos, a resolver sus problemas; ahora son hombres y mujeres que entran a la política con la sola idea de medrar, de llenarse los bolsillos, de vivir de la sopa boba que proporciona un escaño. La crisis que padecemos y la mala imagen que nuestros representantes se han ganado, hace peligrar buenos resultados para las formaciones políticas que representan y por ese miedo se crecen y adoptan formas marrulleras, groseras, para atraer al posible votante a sus filas. Cuando debieran explicarnos su programa electoral, los cambios que a su juicio beneficiarían al país, qué medidas van a adoptar para sacar a España de la crisis, cómo van hacer para crear puestos de trabajo, etc etc etc...... en una palabra: explicar su programa, emplean tiempo, dinero y energías en descalificarse unos a otros, en airear los trapos sucios del contrincante, en insultarse. Con esta táctica creen estos indecentes imbéciles, que atraerán al electorado a su redil. Están tan preocupados por no perder el sillón en el Parlament que les proporciona un sustantivo sueldo, prebendas, privilegios y la posibilidad de "llevárselo calentito" si algún soborno se les pone a mano,que no se enteran de que la gente decente siente náuseas y ganas de vomitar cuando escuchan sus marrulleros discursos faltos de las más elementales normas de respeto hacia el oponente, y que esa precisamente es la clave del desencanto y de la abstención. Una vez más los "politiquillos" lejos de sorprendernos nos regalan más, mucho más de lo mismo: promesas que no tienen intención de cumplir, bajezas, mentiras, egoísmo y un apego tan desmesurado a la poltrona, que oyéndolos, más parecen posesos enloquecidos, que personas con capacidad pensante capaces de sacarnos de la mala situación en que nos encontramos. ¡¡ Una campaña vomitiva, vaya!!!