los gritos de alimañas desbocadas,
un estertor de amargura me sube hacia la boca
augurando un mal presagio para mi tierra amada.
Me asomo a las noticias con miedo contenido,
y lo que ven mis ojos me hiela el alma:
hordas de hienas incendian mi ciudad,
y veo a Barcelona arder entre las llamas.
Y lloro. Lloro con lágrimas ardientes,
con amargas lágrimas de rabia,
y un grito suplicante lanzo al aire:
¡¡Por Dios, nada ni nadie va a frenar a esta manada!!
Y mi súplica se pierde entre la noche roja,
una noche, y otra, y otra,
sin que nada ni nadie nos proteja
de las llamas, y la barbarie de las impunes hordas.
Y no puedo sino volver atrás en el recuerdo.
Cuando en Barcelona vivir era posible,
sin diferencias, sin odio, y con orgullo
de pertenecer a esta tierra para todos increíble.
Y veo a Catalunya avanzadilla de la modernidad,
en la industria, en la cultura, en convivencia grata.
Y dejo mis recuerdos, y al volver al presente,
siento pena por ti, querida tierra amada.
¿Qué mal hiciste tú, querida Catalunya
para que tus hijos te suman en la ruina
económica, social, y en pérdida de valores?
Qué mal hiciste para que quieran destruirte
manadas de ignorantes ebrias de rencores.
Y vosotros, que decís amar a vuestra tierra,
cómo habéis podido creer a un grupo de mangantes
que os utilizan para que deis la cara en su batalla infame,
mientras ellos en la trastienda ríen y aplauden.
¿Nunca os enseñaron que la primera regla de la democracia
es respetar las leyes del Estado de Derecho,
y de que quienes las violan
deben asumir sus consecuencias y pagar por ello?
No os dejéis engañar, ni dejéis que nadie os utilice.
Sabed que pensar por uno mismo no hace daño.
Aprovechad la vida para ser felices,
y dejad que la justicia haga su trabajo.
Volved a la cordura, al civismo, y a la paz social.
Devolved a Catalunya el prestigio perdido,
el orgullo de ser catalanes y españoles,
y juntos, de la mano, reiniciemos el camino.
A. del Río.8/12/19
Y vosotros, que decís amar a vuestra tierra,
cómo habéis podido creer a un grupo de mangantes
que os utilizan para que deis la cara en su batalla infame,
mientras ellos en la trastienda ríen y aplauden.
¿Nunca os enseñaron que la primera regla de la democracia
es respetar las leyes del Estado de Derecho,
y de que quienes las violan
deben asumir sus consecuencias y pagar por ello?
No os dejéis engañar, ni dejéis que nadie os utilice.
Sabed que pensar por uno mismo no hace daño.
Aprovechad la vida para ser felices,
y dejad que la justicia haga su trabajo.
Volved a la cordura, al civismo, y a la paz social.
Devolved a Catalunya el prestigio perdido,
el orgullo de ser catalanes y españoles,
y juntos, de la mano, reiniciemos el camino.
A. del Río.8/12/19