martes, 31 de enero de 2017

TRAGEDIA GRIEGA EN EL TEATRO DE EPIDAURO.

TRAGEDIA GRIEGA EN EL TEATRO DE EPIDAURO.
Corría el mes de Septiembre del año del Señor dos mil tres. Lugar: Epidauro.  Personajes: Un Grupo de turistas, matrimonios de la meseta, el guía y cinco enfermeras catalanas entre la treintena y cuarentena de sus vidas y con muchas ganas de divertirse.

Ese día el programa las lleva hasta Epidauro, un recinto que todo él estaba  dedicado al Dios Asclepio, hijo de Apolo y que cuenta con un bien conservado teatro  del siglo IV A/c. El recinto cuenta con un santuario dedicado a Asclepio, Dios de la medicina hoy semi derruido, donde se practicaba la medicina por la interpretación de los sueños. El teatro tiene 55 filas de asientos pero solo las 34 primeras filas son originales, su arquitecto fue Policleto el joven, y en él se realizaban concursos y juegos en honor al Dios de la medicina. Aún hoy día acoge representaciones teatrales. 
El guía reúne al grupo y les explica la perfecta acústica del teatro y para demostrarlo pide al grupo que algunos ocupen los asientos de las filas más altas y otros las primeras filas. Él se planta en medio del escenario, coge un trozo de papel y lo arruga entre los dedos de una mano, primero fuerte, pregunta si se oye desde las filas de arriba, responden que sí; luego hace lo mismo pero con menos intensidad, menos ruido y efectivamente los de las últimas filas continúan oyéndolo con nitidez.Cuando el guía está haciendo mutis por el foro, una de las enfermeras, MJ en broma, le dice a A, " ahora tú". 
Ésta, la mira, sonríe, se levanta y se encamina hacia el escenario. Por el camino se agacha y coge una piedra. M.J. piensa,"¿ Qué irá hacer y, a quién se le tirará "? A. llega al centro del escenario y declama: 
¡¡Dioses del Olimpo!! ¿ Por qué de esta forma tan cruel me castigáis? ¿ Acaso no os honré cuando debí? ¿ No os ofrecí sacrificios puntualmente? ¿Por qué entonces me obligáis a unirme a un hombre al que no amo? Por qué habéis ordenado la muerte de mi amado Telémaco? 
"Creéis que con su muerte me tendréis más dispuesta a vuestros planes pero, ¡no, no os saldréis con la vuestra, esta insignificante mujer os vencerá. Todavía me queda un ápice de libertad y... ¡por todos los dioses que la voy a utilizar! Esta pócima ( enseña un frasquito, (que es la piedra recogida) me permitirá reunirme con Telémaco" ( se toma la pócima, se tambalea mientras va recitando) ¡Padre mío, cuánto siento la pena que mi muerte os causa, pero no tengo otra salida....¡ Oh muerte, ven pronto, no tardes, no retrases el momento de reunirme con mi amado! .( cae al suelo, parece que viera a Telémaco y le habla) ¡¡Telémaco, mi amor, mi amado, rodéame con tus amorosos brazos!! ( Extiende los brazos como si lo abrazara y finalmente cae muerta)
A. se dirige a su asiento y oye cómo una mujer del grupo le pregunta a M.J ¿ De qué obra es ese fragmento que ha recitado tu amiga? M. J. le contesta: "De ninguna, se lo acaba de inventar".
En verdad que el viaje a Grecia fue sin lugar a dudas un viaje inolvidable.



domingo, 22 de enero de 2017

UN GATO LLAMADO CHARLY


Fue una mañana de Octubre del año 2002 cuando los ojos de Charly y los de M. se encontraron por primera vez. Charli se encontraba en una colonia de gatos callejeros  abandonados. Un señor anónimo,  amantes de los animales estaba intentando darle un poco de leche con tan poca fortuna que el lechoso líquido le corría por todos lados menos por la boca. M. ante aquel espectáculo se acercó al señor, cogió al minino, que no tendría ni cuatro meses y se lo trajo a casa. Lo primero que veías de Charly eran sus enormes orejas que, en comparación con la menudencia de su cuerpo y su cabeza eran desmesuradamente grandes. En casa vivÍan dos gatos más: Indi y Jordi. Este último era solo cuatro meses mayor que el pequeño orejudo pero, en cuanto Charly lo vió le adjudicó el papel de madre. Lo buscaba y le reclamaba atenciones y, en cuanto veía a Jordi estirado descansando se acurrucaba junto a él, le buscaba una diminuta tetilla y se pasaba las horas mamando, mejor dicho, succionando nada, aire y pelos hasta que se quedaba dormido. Lo más asombroso era que Jordi se dejaba hacer,  asumía y soportaba estoicamente el papel de madre que charly le había adjudicado y siempre, a lo largo de los años han mantenido ese lazo de unión filial aunque más por parte de Charly.
Charly no era un gato amante de tejados ni terrazas ajenas.Su mundo era su casa, sus terrazas, sus hamacas. No sentía curiosidad por saber lo que pasaba fuera de lo que él consideraba su mundo, salvo alguna mirada furtiva sin mayor interés para él, ni sintió la necesidad de maullarle a la luna llena en las calurosas noches de verano que él solía pasarlas durmiendo en la hamaca a pierna suelta. 
Charly nunca dio ningún tipo de problema ni por carácter ni por enfermedad aunque el miedo a las personas nunca lo perdió. Siempre fue un gato que se escondía de las visitas que venían a casa; Pocas fueron las personas que tuvieron el privilegio de su presencia. A veces comentábamos cuánto daño debieron hacerle en sus primeros meses de vida para que desconfiara tanto del género humano. Charly fue siempre un gato muy especial: cariñoso sin estridencias, socarrón, con unos ojos y una mirada, penetrante y tan enigmática que te hacía sentir que podías meterte dentro de ellos y transportarte a otros mundos, otras dimensiones. Mil aventuras siderales podías imaginar al mirar su serena y enigmática mirada.
En verano era el rey de las hamacas.Al principio se ponía nervioso con los diferentes pájaros que acuden a comer pero, nunca los atacaba, les hacía una forma de ruidos con la garganta y los ahuyentaba, los gorriones le temían y se iban pero, llegó un día en que ambos se acostumbraron a la presencia del otro y era gracioso ver a Charly durmiendo o descansando en la hamaca  y a los pájaros comer tranquilamente y armando guirigay sin miedo al gato.
  Siempre dormía enroscado a los pies de mi cama pero acurrucado entre mis piernas, sentía la necesidad del contacto humano, el mío, pues con nadie más lo hacía. El despertar siempre era el mismo, como un ritual. En cuanto notaba que me movía subía hasta la cabecera y restregaba su cabeza contra la mía y me pasaba sus manitas por la cara hasta que me despertaba del todo con la idea de que empezara el baile de los besos: en la cabeza, los ojos, las orejas, el cuello...nunca se cansaba de recibir las caricias, yo sí, pero si paraba, otra vez empezaba a pedirme que siguiera. Muchas fueron las veces que me hacía la dormida para disfrutar del roce de sus manitas por mis mejillas que él acariciaba con mimo y cuidado.
La hora de la comida también era especial: se sentaba en frente de mí o a mi lado mirándome pacientemente y moviendo su cabecita con diferentes y graciosas poses esperando que le diera un pedacito de aquello que yo comía. Nunca me robó comida como Jordi sino que esperaba que yo se la diera y cuando yo le decía "s'ha acabat" él entendía que ya no le daría más y se retiraba.
Hoy 21 de Enero de 2017, a las 17,30, Charly nos ha dejado sumidas en la más honda tristeza. Una enfermedad incurable se lo ha llevado en pocos días. Han sido unas días de mimos, de cariño, de cuidados, de estar pendiente de él durante las veinticuatro horas, de tenerlo en brazos llenándolo de cariño y de frases cariñosas. Hoy es un día muy triste. Hoy hemos perdido a nuestro Charly, un personajillo que ha sido muy importante en nuestra vida, alguien a quien hemos querido como a uno más de la familia.
Charly: Vayas a donde vayas, siempre vas a estar con nosotras.Siempre mantendremos una llama encendida en el corazón por ti.

 RECORRIENDO LA VENECIA DEL NORTE, HOLANDA, EN LA MEJOR COMPAÑÍA. El viaje en cuestión ha sido el regalo que por mi cumpleaños me ha hecho l...