Sí, Teresa, eres tú de quien hablo, es por ti por quien brindamos y acompañamos a tu madre (que también es un poco madre de todas). Mientras comentábamos algunas vivencias que compartimos contigo yo tenía la mente volando por los espacios siderales y os veía a ti y a Indi (mi precioso y cariñoso gato) acodados en el balcón del Cosmo, mirándonos, riendo y disfrutando con nuestra conversación. Sí, os veía luminosos, radiantes, libres de pesares, preocupaciones y de vanidades de cualquier tipo.
Allí estábamos como cada año rodeando a tu madre de calor y cariño.
Hacía tiempo que no veía a Llívia ni a Mercé y las encontré guapísimas, jóvenes, lozanas y cariñosas como siempre.Tu madre como puedes ver sigue con una cara de porcelana, cariñosa, acogedora, cálida; la madre que cualquiera quisiera tener. Angela no pudo venir por un problemilla de salud sin importancia. Fue una reunión organizada expresamente para que tu madre estuviera acompañada en este día tan aciago y negro para ella especialmente. Leonor, Paquita, Mercé, Llívia, yo.. Todas seguimos echando a faltar las charlas, tu visión y tu manera de afrontar las zancadillas que la vida a veces te pone entre los pies, pues a pesar de que esos contratiempos son las consecuencias propias de estar vivos siempre necesitamos que alguien ajeno al problema lo vea desde fuera para dar con una fómula de solución más clara, y tú Teresa tenías un don especial para buscar y encontrar esas soluciones. Sí, cinco años sin ti, cinco años ....pero sigues con nosotras y no vamos a a permitir que el tiempo nos robe tu recuerdo, tu presencia, tu sonrisa, tu amistad.
Te queremos, Teresa.
Un beso. Dile a Indi que lo estimo, aunque sé que él lo sabe.
