Hoy me he levantado con resaca. No, no probé ni una gota de alcohol; aunque para ser exactos he de decir que no solo tengo resaca futbolera, sino también, angustia, ansiedad, preocupación; y no es para menos. Hasta la semana pasada había vivido ( y vivo) de espaldas al fútbol. Me parecía y me sigue pareciendo ridículo y fuera de lugar perder tiempo, energía y muchas veces buenos modales, por ver a unos señores en pantalón corto dándole patadas a una pelota y por lo que cobran unos sueldos de juzgado de guardia. Ahí tenemos por ejemplo al que llaman Pulga, que cada temporada se embolsa TRINTA Y UN MILLÓN DE euros, solo por hacer bien su trabajo, como sería su obligación. Imaginen por ejemplo si a una enfermera que debe hacer una extracción sanguínea para analítica, le aumentaran el sueldo de forma desorbitada por pinchar en la vena cefálica o mediana, como sería lo correcto y profesional, en vez de en el tendón anular del Radio, o que a un cirujano que ha de operar de apendicitis y le aumenten el sueldo por no equivocarse y llevar a buen término la intervención.El trabajo de los futbolistas es meter goles, para eso se les paga, y tienen la obligación de golear sin que por ello se les tenga que pagar como al Aga Kan. Bien, la cuestión es que ayer me tragué enterito , sí, enterito, el partido Barça-Madrid, y este hecho es lo que me tiene en este estado de estupor. Llevo horas analizando el hecho y no le veo explicación plausible.Tal vez, me digo, se deba a que Guardiola me cae muy bien: sereno, discreto, ecuánime,inteligente, callado.... bueno, callado, hasta hace tres días, en que rompió su acostumbrado silencio para ponerle las peras a cuarto a Mou y pienso que Pep debía estar muy harto para replicar a las chocheces del portugués. Yo no entiendo de fútbol ni me importa, por lo que no voy a valorar las agresiones ni lo que se rumorea sobre que Mourinho está intentando enemistar a los jugadores de ambos equipos con la intención de romper la buena camaradería de La Roja, pero el que ayer estuviera pegada a la caja tonta tragándome el partido , me tiene sin sosiego, tanto, que vivo sin vivir en mí, pensando si será cosa de la edad. ¡¡¡ Cagon la leche!!! ya me voy deteriorando.... ¡¡¡ la puta edad no perdona !!!!!!!!
